El Premio Rafto es un premio de derechos humanos que se otorga cada año en Noruega. Se estableció después de la muerte del profesor Thorolf Rafto en 1986, en agradecimiento por su obra para ayudar a los oprimidos y perseguidos.
El premio Rafto contribuye a crear conciencia sobre la importancia de observar de cerca las violaciones de los derechos humanos y a las personas y comunidades que necesitan la atención del mundo.
Este año 2010, el premio ha sido otorgado al arzobispo mexicano José Raúl Vera López por su lucha por los derechos humanos y la justicia social en México.
Raúl Vera se ha caracterizado por ser «uno de los críticos más valientes contra las violaciones de derechos humanos en el México de hoy, exponiendo los abusos de las fuerzas armadas y denunciando que la militarización creciente de la vida política en México se ha hecho bajo el paraguas de la guerra contra la delincuencia organizada, la que en realidad a menudo se dirige hacia jornadas de protesta organizadas por los pobres y los sindicalistas».
Aunque comparte el rechazo contra la sed de poder y la violencia de los carteles de la droga, Raúl Vera critica los métodos utilizados por la policía y las fuerzas armadas en su lucha contra la delincuencia, así como el fracaso para hacer frente a las causas sociales subyacentes. Él insiste en que las instituciones del poder – el ejército, el gobierno, las empresas mineras privadas y las autoridades políticas en todos los niveles – tienen que rendir cuentas y hace hincapié en que los grupos vulnerables de la sociedad deben ser conscientes de sus derechos. Como una herramienta fundamental en la sensibilización y la capacitación, fundó el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios.
El dramático incremento de violaciones de derechos humanos contra las mujeres y la impunidad de los miembros del Ejército es un problema grave. Raúl Vera ha puesto en conocimiento la forma en que personal militar de manera sistemática viola prostitutas y la ola de asesinatos que en los últimos 15 años ha costado la vida de cientos de mujeres jóvenes en la región de la frontera y particularmente en Ciudad Juárez. El gobierno ha fracasado en dar protección a estas mujeres y perseguir a los delincuentes.
En una entrevista con Frontera NorteSur en marzo de este año, el obispo Vera acusó a la policía mexicana y a los representantes del Instituto Nacional de Migración de ser parte de una red criminal que secuestra a los migrantes en ruta a los Estados Unidos. El ha denunciado que esa red tortura a sus víctimas, obligándolas a revelar nombres de sus familiares, para luego hacer demandas de rescate que oscilan entre 6.000 y 8.000 dólares americanos. Si los familiares no pagan, las víctimas se ven entonces obligadas a vender sus órganos.
En el 2002, como obispo de Saltillo, Raúl Vera estableció la organización Belén – refugio de los migrantes, como un santuario para los migrantes y muchos de los deportados en esta región fronteriza con los Estados Unidos. Desde que este refugio se puso en marcha hace ocho años, ha protegido a unos 40.000 inmigrantes de todas partes de Centroamérica, permitiéndoles reunirse, compartir sus experiencias y desarrollar estrategias para mejorar su situación e imaginar un futuro diferente. Según Amnistía Internacional, Belén y otras instituciones similares dirigidas por sacerdotes y voluntarios constituyen la columna vertebral en la labor de promoción de seguridad, salud y los derechos de los migrantes. La realización de este tipo de trabajo puede ser peligrosa en el México de hoy, esto está claramente demostrado por el hecho de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Amnistía Internacional, han pedido al gobierno mexicano garantizar la seguridad y la protección de los sacerdotes, los empleados y los migrantes que se albergan allí.
Galardonando con el Premio Rafto 2010 a Raúl Vera, la Fundación Rafto quiere llamar la atención sobre el drama que se está viviendo con el deterioro del respeto por los derechos humanos en México, donde el intento del gobierno para contener la espiral de delincuencia, ha llevado a una militarización de la sociedad que ha deteriorado aun mas las condiciones de derechos humanos. Al mismo tiempo, se quiere crear conciencia de los esfuerzos que se realizan para mejorar esta situación.
El premio Rafto 2010 se entregó este domingo 7 de noviembre en la ciudad de Bergen, Noruega.
i Es lamentable lo k pasa aqui en nuestro pais…. Pero encontra personas como el obispo vera me da una esperanza de k en mi pais no todo esta perdido…… Amo mi país y me preocupa todo lo que pasa en el
Es el triste destino de la America Latina , con mucha gente pobre y muchos gobiernos corruptos.falta de dinero , falta de cultura y los carteles de la droga y la trata de blacas haciendo su negocio. Asi es tambien Argentina , el pais del trigo y de la carne , donde hay muchos chicos muriendose de hambre y muchos politicos cada vez mas ricos. Duro camino será el que nos haga salir … duro y muy largo. saludos a todos